Época: GreciaClásicaII
Inicio: Año 394 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Grecia Clásica II: la lucha por la hegemonía
Siguientes:
Expansión marítima
Segunda confederación ateniense
Hegemonía tebana



Comentario

A partir de la batalla de Egospótamos, Conón se había quedado con la flota ateniense al servicio de los persas, bajo el mando de Farnabazo. Los ejércitos tendían ya a nutrirse principalmente de tropas mercenarias. La capacidad de recuperación de la empresa de Conón se mostró en la batalla de Cnido, en que vencieron a los espartanos en el año 394. Luego continúan sus campañas por Asia Menor, donde se va minando la fuerza de los espartanos, con la expulsión de los harmostas y el establecimiento de regímenes democráticos. Muchas de las ciudades erigieron estatuas a Conón como héroe, lo que le permitió ganar prestigio y promover los medios para la restauración de las murallas. También permitió que se emprendieran nuevas acciones en torno al Peloponeso, entre las que destaca la ocupación de la isla de Citera, al sureste del Peloponeso.
Desde el año 392 los espartanos empezaron a buscar la paz con los persas, pues la victoria obtenido en Coronea no había tenido ninguna eficacia positiva en sus relaciones con las demás ciudades griegas. Sin embargo, por el momento éstas no estaban dispuestas a someterse a unas condiciones que no se presentaban favorables. En Atenas, en concreto, más bien resurgían las aspiraciones a recuperar el control del Egeo, aprovechando los primeros asentamientos en Lemnos, Imbros y Esciro, islas que gozaban de unas condiciones geográficas especialmente favorables en relación con las vías marítimas que seguían los atenienses para llegar al mar Negro.

Con todo, las propuestas espartanas y las respuestas atenienses se enmarcan en un ambiente conflictivo donde empiezan a definirse las actitudes imperialistas de nuevo como modo de acceso a los instrumentos que garantizan libertad del demos. En el ano 391 el orador Andócides pronunció su discurso "Sobre la paz", en el que expone los puntos de vista sobre la paz y la guerra como medio de obtener recursos por uno u otro sector de la población. Los pobres no creen que la paz les dé de comer. Es la misma situación que se refleja en las comedias de Aristófanes que se datan en el siglo IV. Los pobres tienen ganas de lanzarse al combate, mientras que los ricos desean la paz. En las "Historias Helénicas" anónimas, conocidas como "Helénicas de Oxirrinco", por el hecho de haberse encontrado en uno de los papiros descubiertos en ese lugar de Egipto, también se distingue entre partidarios de la paz y de la guerra como buenos y malos, terminología empleada frecuentemente para referirse a las clases sociales en conflicto, enmascaradas así entre denominaciones de orden moral.